Una etiqueta ambiental es un símbolo que se usa para diferenciar aquellos productos o servicios que tienen un mejor desempeño ambiental. Existe una gran variedad de etiquetados que tienen diversos niveles de rigurosidad y de respaldo técnico.
Para navegar el mundo de las etiquetas ambientales, primeramente, es necesario comprender que las etiquetas son un tipo de certificación que se refiere específicamente a las características del producto o servicio y no a las características organizacionales o de sistemas de gestión de una empresa. Por lo tanto, una certificación ISO 9001 o ISO 14001 no se consideran como ecoetiquetados porque su alcance es enfocado hacia la empresa y no hacia el producto.
Bajo esta diferencia, una empresa puede elegir a cuántas líneas de productos etiquetar según sus capacidades e interés, sin que esto implique que deba certificar todas sus actividades productivas o administrativas.
Entendiendo esto, también existen distintos tipos de etiquetados, según el alcance de las características ambientales evaluadas y la rigurosidad del proceso de evaluación, estas son:
Tipo de etiqueta | Descripción | Ejemplos |
Ecoetiquetados (antes llamados tipo 1) |
Certifican que un producto o servicio cumple con una serie de criterios específicos que aseguran que el producto tiene un menor impacto ambiental negativo a lo largo de su ciclo de vida. Refiere a una evaluación de múltiples criterios comprobados por una tercera parte competente e imparcial. Se rigen por la norma ISO 14024. |
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Semi tipo 1 |
Al igual que el ecoetiquetado (tipo 1) se refieren a una evaluación de criterios comprobados por una tercera parte competente; sin embargo, suelen enfocarse solo en un aspecto ambiental del ciclo de vida, excluyendo otros impactos significativos. Por ejemplo, las etiquetas de eficiencia energética o carbono neutralidad se enfocan en dichos temas, dejando por fuera otros como: consumo de agua, generación de residuos, materias primas, etc. No se basan estrictamente en los criterios de la ISO 14024, sino que son estándares definidos por otro tipo de organizaciones. |
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Autodeclaraciones ambientales (antes llamadas tipo 2) |
Son declaraciones realizadas por el fabricante, indicando que su producto o servicio tiene un mejor desempeño ambiental. La información se brinda bajo la responsabilidad del fabricante y no siempre son evaluadas por terceros. Pueden enfocarse en uno o varios aspectos ambientales. El Estado costarricense no promueve este tipo de etiquetado ya que puede tender al greenwashing[1]. Se rigen por la norma ISO 14021. |
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Declaraciones ambientales de producto (antes llamadas tipo 3) |
Son declaraciones sobre la huella ambiental del producto, que brindan datos cuantitativos sobre los impactos ambientales. Refieren a una evaluación de impactos verificados por una tercera parte competente e imparcial. Permite comparar la huella con otros productos del mismo tipo y determinar cuál tiene un menor impacto. Lo anterior siempre que se haya utilizado la misma Regla de Categoría de Producto (RCP). Se rigen por la norma ISO 14025 |
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